Nos gusta llamar #streetstyle a las piezas que encontramos en la calle. Esta consola pasó del contenedor a un garaje, donde ha esperado pacientemente hasta que, finalmente, hará cuestión de unos seis meses, decidimos restaurarla para utilizarla en diferentes stagings.
Estaba bastante castigada por el agua y la carcoma y, por eso, el proceso de restauración fue lento. La desinfección fue muy laboriosa ya que los xilófagos se habían ensañado con la pieza, royendo túneles a lo largo y ancho de toda la estructura. Una vez solucionado este problema, pasamos al siguiente: la chapa del sobre. Estaba levantada y curvada por culpa del agua y tuvimos que encolarla poco a poco, por zonas, para que volviese a situarse donde debía. Y, finalmente, para que quedase en perfecto estado de revista, reconstruimos algunos trozos que se habían perdido con chapa nueva.
Cuando todo el proceso de restauración acabó y, después de encerarla y barnizarla, alucinamos con el resultado: no estábamos delante de una consola cualquiera, sino que contemplábamos el punto focal único de cualquier decoración. (Podéis verla en el proyecto “EL MIRADOR DE COLLSEROLA”).